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Aprovecha la oportunidad

Aprovecha la oportunidad

Foto: Bruce Mars, Unplash

 

Aprovecha la oportunidad

 

 

¿Quien no ha ido alguna vez a coger un tren, metro, autobús, y justo al estar llegando a la parada observamos como éste se marcha?. Si hubiese salido un par de minutos antes, si no me hubiese parado a hablar con el vecino, si hubiese cogido otro camino para evitar el atasco…Todo esto nos reprochamos mientras vemos como el vehículo inició su recorrido sin importarle por qué hemos llegado esos pocos segundos tarde.

En la mayoría de las ocasiones perder el tren no es importante, pero ¿qué pasaría si ese tren nos tuviese que llevar a una entrevista de trabajo, al aeropuerto para coger un avión o esa cita del médico que llevamos tanto tiempo esperando?

Es un ejemplo simple, pero suficiente para introducir mi exposición. Con la corriente de digitalización que existe en nuestros días, empezamos a observar como aquellas empresas que no se están digitalizando al ritmo de los que lo hacen sus competidores están perdiendo ventaja competitiva a pasos agigantados, y a la larga tendrán que cerrar, ya que no podrán – ni por asomo – ser igual de eficientes que aquellas empresas plenamente digitalizadas.

Las empresas punteras de la 4ª revolución industrial se caracterizan por compartir sus datos entre todos los departamentos y el valor generado por los mismos es accesible a todos los miembros de la compañía. A los que deciden -para tomar mejores decisiones- y a las que las ejecutan -para saber el por qué-. Para que el sistema funcione, es fundamental confiar en la calidad de los datos obtenidos.

En las empresas rezagadas, los datos van pasando de un sistema a otro, con evidentes riesgos de errores o inconsistencias. ¿Que sucede si exportamos los datos del ERP a nuestro querido Excel? Nada, seguramente. Pero el problema empieza aquí: no recordamos que la fórmula de la celda BB315 arrasta del mes pasado una suma de 15.000 euros (la facturación adicional de la filial X que se olvidó de incluir al contable, menos mal que estuvimos al quite) Pero este mes es a nosotros a quien se nos ha olvidado retirar esa cifra del reporte, y por tanto, duplicamos la facturación en esos 15.000 euros indebidamente.   Es normal, no somos máquinas y no podemos estar atentos a todo, durante todo el tiempo.

Con el fin de acabar con estos errores humanos, se han desarrollado numerosas aplicaciones de Analytics – Qlik, Tableau, PowerBi, Google Data Studio… – en los que tras la ingesta de datos, se modelizan los cálculos y se presentan siempre de forma correcta.  Podemos sacar los informes una y otra vez, mes tras mes con la seguridad de que no hay errores. Las máquinas son implacables, pueden repetir un proceso innumerables veces, sin errores, a un coste bajo.

Tras asegurarnos de la fiabilidad del dato, ¿Por qué es importante asegurarnos que los mismos no se encuentren en silos y sean accesibles a todos nuestros empleados? Muy sencillo, las máquinas no tienen la capacidad de pensar y razonar como tenemos los humanos. Los programas de Analytics son capaces de mostrarnos tendencias, informarnos de cómo vamos respecto a nuestros objetivos, y debidamente programados, predecir lo que va a pasar en los meses venideros. Pero las decisiones (y sus acciones consecuentes) las tenemos que tomar nosotros. Es importante dotar a los empleados con las herramientas necesarias para poder desenvolverse en un entorno gobernado por los datos.

El propio Excel ya fue una revolución de cambio en las rutinas de trabajo. Cuando salió al mercado, las empresas más innovadoras abandonaron el análisis manual de los datos y los empezaron a revisar en la potente herramienta de Microsoft. Tampoco en ese momento se sustituyó al ser humano, sino que se le dotó de las herramientas necesarias para poder desarrollar su trabajo aprovechando una innovación tecnológica.  Y no fue nada mal a las empresas que adoptaron rápidamente esa aplicación para mejorar rápidamente sus análisis y reportes. De las que no lo hicieron, ya no nos acordamos, porque desaparecieron.  La especie “contable con manguitos” se extinguió con ellas.

Reflexionemos. Si en esta revolución industrial tengo a mi disposición herramientas de reporting que superan por mucho, mucho, mucho, la potencia y fiabilidad del Excel ¿por qué no las voy a aprovechar en mi beneficio?  ¿Y por qué no las voy a poner a disposición de mis gestores y empleados para que conozcan como vamos, como debemos ir y tomen las decisiones oportunas en todo momento?  Si no lo hacemos ya, veremos al tren partir y comenzarán los reproches. Y nuestra especie “directivo que no supo aprovechar la tecnología” se extinguirá.

Desde Nimerya queremos ayudar a las empresas a comenzar este proceso de transformación para beneficiarse del uso de los datos, así como para capacitarlas a mantenerse competitivas en un entorno plenamente digital. No te arrepentirás, en un corto plazo de tiempo verás a tus competidores quedarse rezagados en la estación desde la ventana de tu tren mientras coges velocidad.

Si desea mayor información, contacte con nuestro equipo en info@nimerya.techdonde estaremos encantados de atenderle.